domingo, 23 de octubre de 2016

ManRay - Por Marcel Antelo




Man Ray (Filadelfia, 27 de agosto de 1890 - París, 18 de noviembre de 1976)

Man Ray, seudónimo de Emmanuel Radnitzky  fue un artista modernista estadounidense que pasó la mayor parte de su carrera en París (Francia). Fue un importante contribuyente a los movimientos dadaísta y surrealista, a pesar de que sus vínculos con cada uno eran informales. Él era conocido en el mundo artístico por su fotografía avant-garde, y también fue un reconocido fotógrafo de retratos.

Biografía 
Nueva York
Man Ray empezó a cantar a la edad de cinco años y dos años después se traslada a Brooklyn con su familia, donde va a la escuela. Recibe una beca para estudiar Arquitectura y la rechaza al igual que la idea de una educación académica. Fue bailarín en el Odeón.

En Nueva York trabaja como grabador y en una agencia de publicidad, a la vez que asiste a las clases nocturnas de la National Academy of Design. Sus primeros contactos con la vanguardia neoyorquina se producen en sus visitas a la galería de Alfred Stieglitz y en las tertulias de los Arensberg.

En 1908 se casa con Adon Lacroix, una poetisa belga. Su primera exposición individual tiene lugar en la Daniel Gallery de Nueva York en 1915. Funda, junto a Marcel Duchamp y Francis Picabia, el movimiento Dadá neoyorquino.

En 1918 trabaja con aerógrafos sobre papel fotográfico y en 1920, con K. Dreier y M. Duchamp, funda la Société Anonyme, una compañía desde la cual gestionan todo tipo de actividades de vanguardia (exposiciones, publicaciones, instalaciones, películas, conferencias, etc.).








París

En 1921 se instala en París, donde vivirá hasta 1940, y allí centraliza el Dadá parisino. Ante la imposibilidad de vender su obra, Man Ray vuelve a la fotografía. Sus primeras obras experimentales son los “Rayographs” (rayogramas) de 1921, imágenes fotográficas sacadas sin cámara (imágenes abstractas obtenidas con objetos expuestos sobre un papel sensible a la luz y luego revelado). Hace también retratos, de hecho se convierte en fotógrafo retratista de personalidades de la cultura.








Realiza esculturas surrealistas siguiendo el modelo del arte encontrado creado por Marcel Duchamp, como Object to be Destroyed (Objeto para ser destruido) de 1923; Man Ray añadió a un metrónomo normal (aparato utilizado para indicar tiempo o compás de las composiciones musicales), de 26 cm de altura, la fotografía de un ojo en la aguja. 



Nueve años después Man Ray es abandonado por su pareja, Lee Miller, a consecuencia de lo cual Man Ray sustituyó el ojo de alguien desconocido por el de su ex amante, y cambió el título del ready-made por el de Objeto de destrucción. En 1957, un grupo de estudiantes destruyeron, en efecto, el metrónomo, pero Man Ray lo reconstruyó en 1963, y lo tituló definitivamente Objeto indestructible, dándole a la obra un giro conceptual. En el Museo Reina Sofía se encuentra una reproducción a escala gigante de esta obra conservada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.



El reconocimiento como artista fotográfico le dio oportunidad de realizar retratos a los personajes más relevantes de la cultura de su época. Al mismo tiempo sigue con sus naturalezas muertas y sus pinturas y esculturas surrealistas cuando el Dadá se fractura y comienza su andadura por el maravilloso mundo del Surrealismo.
Las mujeres fatales y sus desnudos son recurrentes en su obra. De hecho gracias a la inspiración de su modelo y amante Kiki de Montparnasse, nació una de sus obras más emblemáticas, "Le Violon d'Ingres", (1924) que refleja en una sola imagen todo lo que este creador es para el arte. Porque se respira pintura por esa pose que nos traslada inmediatamente al pintor Ingres, tan admirado por Man Ray, pero a su vez nos mete de lleno en ese juego de dobles lecturas, convirtiendo el cuerpo de la mujer en un gran violonchelo por medio de esas "efes" añadidas posteriormente. Idea, inspiración, creación, diseño, fotografía, pintura.







En los años treinta realiza la serie de las solarizaciones, negativos fotográficos expuestos a la luz, y sigue pintando en un estilo surrealista; publica varios volúmenes de fotografías y rayogramas. Hacia finales de los años veinte comienza a realizar películas de vanguardia, como La estrella de mar (1927). En 1936 su obra está presente en la exposición Arte Fantástico, Dadá y Surrealismo del Museo de Arte Moderno de Nueva York.












Últimos años

En 1940, escapando de la ocupación nazi de París (1940-1944), se instala en Hollywood y en Nueva York. Durante su estancia en California se gana la vida enseñando como profesor. En 1946 se casó con Juliette Browner, en una doble boda junto con la pareja de Max Ernst y Dorothea Tanning.





La fértil producción de Man Ray elude categorizaciones netas y refleja su ágil y humorística sensibilidad. Entre pinturas y fotografías hay que incluir películas, objetos, collages, obra gráfica, dibujos, diseño publicitario y moda. Como pionero del Dadá y del surrealismo, su aproximación se caracteriza por lo irracional y lo incongruente, provocando erotismo y escándalo. «La búsqueda de la libertad y el placer; eso ocupa todo mi arte», dirá.






Regresó a Francia en 1951. En 1963 publicó su Autobiografía. En 1973, el Metropolitan Museum de Nueva York le dedica una retrospectiva a su obra fotográfica. Muere el 18 de noviembre de 1976, en París, a los 86 años. Sus restos descansan en el Cementerio de Montparnasse.







Man Ray: despreocupado pero no indiferente

Así reza su epitafio en el cementerio de Montparnasse. Una frase que podríamos aplicar a su obra y a acciones tales como la creación de sus rayogramas. Éstos son creaciones fotográficas realizadas sin la intervención de una cámara. Paradójico el hecho de que adquiriese una cámara para documentar sus otras obras y terminase siendo valorado por una serie de fotografías fruto de esas composiciones abstractas (muy estudiadas, eso sí), donde situaba objetos por contacto en papel sensible a la luz que después era revelado.

Fundamentalmente su aporte nos lleva directamente a pensar que tras una imagen hay una idea detrás. Man Ray no fue un documentalista. Fue un creador, y como tal, su legado nos hace reflexionar en torno a lo que debemos ver más allá de una imagen. "Le Violon d'Ingres" podría haberse quedado en un simple y bonito retrato de desnudo sino llega a jugar con el concepto de elevarlo a otro nivel.

Esa es el gran aporte que nos hizo a los fotógrafos en particular, además de sus solarizaciones y rayogramas. La figura del fotógrafo como creador de composiciones inventadas. Elocuencia, humor, sensibilidad, ingredientes que hacen que podamos contar con los dedos (Chema Madoz) a las figuras que practican este tipo de imágenes. Porque encuadrar la realidad de una manera más o menos efectiva es fácil si se tiene garra, pero darle vueltas a la inspiración para crear estampas surgidas de uno mismo, eso ya es más complicado. Y aquí el señor Man Ray…. bordaba.

En un mundo donde la técnica fotográfica es muy relevante a la hora de valorar a un fotógrafo, que con un simple papel se pueda jugar y crear composiciones que después se han paseado por las galerías y museos más importantes del globo, da qué reflexionar. Nos hace ver la importancia de la idea, del concepto, de la transmisión artística visceral, creativa, imperfecta, despreocupada tal vez como Man Ray, aunque siempre realizada con un sentido.



Egon Schiele - Por Marcel Antelo





Egon Schiele (12 de junio de 1890 – Viena, Austria, 31 de octubre de 1918)


Fue uno de los grandes artistas figurativos de principios del siglo XX y junto con Oskar Kokoschka conformaron lo que se conoce por expresionismo austriaco. Su vida estuvo rodeada por un aura de misticismo: de talento muy precoz, murió a la temprana edad de 28 años. A pesar de su corta vida, su obra es muy numerosa: unas trescientas cuarenta pinturas y dos mil ochocientas entre acuarelas y dibujos. Entre su obra creativa figuran poemas y experimentos fotográficos. Su particular estilo lo situó entre los movimientos expresionistas, especialmente de la Secesión de Viena, con una tipología muy personal.

Una de las características más fuertes en la pintura de Schiele es la destreza y la firmeza de su trazo, el cual seguía una vez comenzado sin treguas, hasta el final sin ninguna corrección posterior. Parece que el artista continuaba con su dibujo sin importarle que el modelo se moviera o cambiara de lugar, puesto que la línea seguía su rumbo cargando con toda su dimensión emocional.

En 1906 ingresó en la Academia de Bellas Artes de Viena, donde estudió dibujo y diseño. En 1909 frustrado por el ambiente conservador y cerrado, donde la disciplina impartida lo obligaba a seguir unos caminos académicos con el estudio de modelos al natural, composiciones y ropajes «a lo antiguo», abandonó la Academia y fundó la Neukunstgruppe (Grupo del nuevo arte) junto con algunos compañeros.5

Conoció en 1907 al pintor Gustav Klimt, al que siempre admiró y fue un maestro muy influyente para Schiele. De él adoptó sus principios creativos, en cuanto a acentuar el dibujo de sus pinturas con unas líneas gruesas, especialmente en la representación del cuerpo desnudo.6 Fue a través de Klimt como Schiele se incorporó a la nueva corriente de una comunidad artística llamada Secesión vienesa con edificio propio para exposiciones realizado por Joseph Maria Olbrich y cuyo lema era «A cada época su arte y al arte su libertad». Klimt fue el pintor más destacado del grupo y el primer presidente de la Secesión.7

También Klimt le tuvo mucha estima, presentándole algunos ricos mecenas, que le aseguraron una cierta estabilidad financiera como debutante en la escena artística vienesa.

En 1908, Schiele celebró su primera exposición individual, en la Wiener Werkstätte fundada en 1903 por el arquitecto Josef Hoffman y Koloman Moser. En ella presentó obras cuyo fundamento teórico radicaba en la idea de «obra de arte total», el arte no se limitaba a las áreas tradicionales sino que también a lo formal y espiritual que afectaba a la vida diaria. Abandonó el rígido estilo de la Academia, y giró hacia el expresionismo: junto a los retratos de amigos y autorretratos, representó el desnudo a través de una agresiva distorsión figurativa. Si Klimt presentaba la figura y el ornamento como una relación de contraste donde mostraba una especie de juego entre el encubrimiento y revelación y donde el cuerpo se convertía en un signo ornamental, en Schiele, este juego se convirtió en algo más serio, la línea es la que mostró el significado, no tapaba ni escondía, sino que liberaba, era esta propia línea la que contaba con valores ornamentales.

En este mismo año de 1909 Schiele expuso en la II Exposición Internacional ubicada en 54 salas de la Kunstschau, que constituyó la más grande cita artística que se había visto hasta entonces en Austria. Se expusieron obras tan variadas que abarcaban desde la pintura y escultura, al objeto de uso cotidiano, adorno floral, escenografía y vestuario. En el discurso inaugural realizado por Klimt afirmó: «Ningún sector de la vida es tan exiguo e insignificante que no ofrezca espacio a las aspiraciones artísticas».
Después de una exposición organizada en la galería Pisko de Viena, con sus compañeros de la Neukunstgruppe, en la que no se obtuvo el éxito esperado a pesar de haber contado con la visita del archiduque Francisco Fernando de Austria, abandonó esta fundación para dedicarse «hacia sí mismo».



En 1911 conoció en Viena a Valerie (Wally) Neuzil de 17 años con la que entabló una relación sentimental y fue su modelo en algunas de sus mejores obras. Schiele y Wally decidieron marcharse para tratar de conseguir la inspiración en el campo y se trasladaron a Krumau. Su forma de vida chocó a los habitantes de la pequeña población, la convivencia libre con su modelo y que dibujaba a muchachas demasiado jóvenes, por lo que pronto abandonaron Krumau y se dirigieron a Neulengbach situada al oeste de Viena, el máximo escándalo se produjo en 1912 cuando fue acusado por corrupción de menores, por la edad de su joven amante. Además de por su costumbre de tener como modelos a los niños que se acercaban a su casa y que a menudo los retrataba desnudos o en posiciones que parecían obscenas. Esto hizo que se considerara su obra mas o menos como pornográfica. 






La conclusión de este hecho fue el arresto preventivo de tres semanas en la cárcel y la condena posterior de tres días de prisión junto con la quema de uno de sus dibujos, que tenía en su estudio, de una muchacha vestida de medio cuerpo para arriba.
Esta historia fue publicada cuatro años después de su defunción por Arthur Roessler (1922) como una narración auténtica del pintor. Se ha demostrado que parte del relato fue una invención propia de Roessler, aunque entre el texto incorporó trece hojas escritas por Schiele en la cárcel, junto con otras tantas acuarelas y dibujos, en el que se describía como una víctima con el pelo rapado y la tortura reflejada en su cara, en muchos de estos dibujos aparecen escritos que muestran su «verdad»: El arte no puede ser moderno, el arte es eterno; Aquella naranja era la única luz; Me siento purificado y no castigado; Reprimir a un artista es un delito, significa asesinar vida en gestación;    Persistiré con gusto por el arte y por
mis seres queridos o La puerta hacia el exterior entre otros.


Schiele volvió a Viena e instaló su nuevo estudio. Gracias a su amigo Klimt, obtuvo numerosos encargos y volvió a lo alto de la escena artística austriaca, llegó a participar en muchas exposiciones internacionales.
En 1913 entró a formar parte de la Liga de Artistas Austriacos participando en numerosas exposiciones, como la exposición internacional de «Blanco y Negro» en la Secesión de Viena, Hamburgo, Stuttgart o Berlín. En esta última ciudad, es donde se fijó en él el fundador y editor de la revista Die Aktion y empezó a colaborar en artículos, en el año 1916 se le dedicó un número especial de la misma íntegramente a la obra de Egon Schiele.

Conoció a Edith y a Adele Harms, dos hermanas de clase burguesa, las invitó a paseos y para probar sus buenas intenciones, ante la austeridad de la madre de las jóvenes, se hizo acompañar por su amante Wally —sin que ella sospechara nada de la idea que rondaba por la mente del pintor—, esta idea fue expuesta en una carta fechada en febrero de 1915 dirigida a Roessler: «Tengo pensado casarme más ventajoso, pero no con Wall». Tras cortejar a ambas hermanas, se casó con Edith el 17 de junio de 1915. Su casamiento se produjo durante la Primera Guerra Mundial y Egon Schiele, por pertenecer a lo que se consideraba la élite intelectual, no fue enviado al frente, pero sí a Praga en servicios administrativos, cerca de un año después fue trasladado a Viena con el privilegio de poder usar su taller. Según explica Roessler, Schiele propuso a Wally, a través de una carta, en la que se comprometía a «emprender todos los veranos un viaje de recreo con ella». Wally rechazó dicha propuesta y se incorporó a la Cruz Roja cuando empezó la Primera Guerra Mundial, su muerte se produjo en 1917 sin que hubiera habido ningún otro encuentro con Schiele.



En el año de su casamiento de 1915, Schiele realizó la pintura “La muchacha y la muerte”, en la que representó un abrazo desesperado entre una pareja, sobre un paño arrugado blanquecino, que representa un lecho mortuorio, las figuras están como flotando sobre la superficie. Se reconoce al propio pintor en la figura masculina y a Wally en la femenina, el gesto de ella abrazando con sus manos y los dedos casi separados al hombre, mientras éste parece que la está apartando con su mano derecha, muestra la tensión de una aproximación a la vez que un distanciamiento insuperable. Fue la despedida de Schiele a la pérdida de Wally causada por su matrimonio.

En otoño de 1918 la epidemia de la gripe española (que causó más de 20 millones de muertos en Europa) asoló Viena. Edith, embarazada de seis meses, murió el 28 de octubre. Tres días después, el 31 de octubre de 1918, Egon Schiele falleció, de la misma enfermedad a la corta edad de 28 años. Durante el breve lapso de tiempo que separó sus muertes, Schiele realizó unos bocetos de Edith, que se consideran sus últimas obras. Meses antes, en febrero de ese año, también había acabado la vida de su amigo y maestro Gustav Klimt.



Su pintura

Su temática asume una altísima tensión emotiva en la sensualidad que se vuelve obsesión erótica, junto al tema de la soledad angustiosa. Schiele utilizaba una línea cortante e incisiva para expresar su propia realidad y para mostrar impetuosamente la dramática destrucción física y moral del ser humano. El color adquiere un valor autónomo, no naturalístico, resultando particularmente eficaz en sus muchas acuarelas y en sus diseños de alucinada tensión.

Al igual que en otros pintores austríacos de la época como Alfred Kubin y Oskar Kokoschka, el espacio se convierte en una suerte de vacío que representa la trágica dimensión existencial del hombre, en continuo conflicto entre la vida y la muerte y sobre todo la incertidumbre. Su interés por el cuerpo es un hecho artístico, que pretende dar a conocer la parte fuerte y sensual de uno de los artistas más importantes del expresionismo. Schiele estuvo influenciado fuertemente en sus comienzos por Gustav Klimt, pero hacia 1910, su pintura se convirtió en un viaje de introspección psicológica.


Autorretratos.
Cerca de cien autorretratos fueron los que realizó Schiele, lo que demuestra que entre los pintores de su época fue uno de los que más observó «su propio yo», se captó en forma figurativa siempre, aunque en los primeros realizados entre 1905 y 1907 eran más naturalistas.
Los rasgos más sobresalientes con los que se representaba eran la extrema delgadez de la figura, las contorsiones del cuerpo, un cabello corto y rebelde y una mímica casi tétrica.





Figura Humana
La atención artística de Egon Schiele se centró principalmente en la figura humana, especialmente la femenina, que representó en una amplia y variada gama de expresiones:

- desnudo duro y agudo;
- mujeres fuertes, orgullosas y seguras de sí mismas;
- retratos de una profundidad psicológica profunda;
- parejas entrelazadas en un abrazo erótico sin amor.

Aparecen en sus lienzos cuerpos femeninos terriblemente provocativos, con poses a menudo absurdas, para confundir la espacialidad.

Schiele buscaba, en las figuras angustiadas sin referencia al contexto histórico y social, los «instintos reprimidos», exploraba el exhibicionismo y el voyerismo, hacia un estado afectivo que puede llegar a lo patológico.
Trabajó en un sentido constante y siempre presente el carácter dramático y una visión de la realidad sufrida y meditada en su interior. El arte de Schiele permite, entonces, perderse en el infinito existencial y se encuentra cara a cara con el significado de la vida, que desafía las órdenes y se detiene en el magma emocional de una mancha de color.








Erich Heckel - Por Marcel Antelo




Erich Heckel  (Döbeln, 1883 - Radolfzell, 1970) 


Pintor expresionista alemán. La profesión de su padre, ingeniero de ferrocarriles, obligaba a la familia a desplazar su residencia con frecuencia; asistió a la escuela elemental en Olbernau y a escuelas de gramática en Freiberg y Chemnitz, donde trabó amistad con Schmidt-Rottluff. Entre 1904 y 1906 estudió arquitectura en Dresde en el Technische Hochschule durante 18 meses, donde conoce a Kirchner.  Al dejar la escuela trabajó en el estudio del arquitecto Wilhelm Kreis.
En junio de 1905, junto con Schmidt-Rottluff, Kirchner y Bleyl, fundó el grupo expresionista Die Brücke; estableció el movimiento con un taller participativo, lo que permitió la polinización cruzada de ideas a través de la pintura, impresión y escultura. En una protesta contra las formas establecidas del arte y la estética populares de su época, Die Brücke se inspiró en el fauvismo, Edvard Munch, Vincent van Gogh, y artistas alemanes medievales, para crear su estilo desenfrenado de márgenes de ingredientes y colores vivos. El grupo se mantuvo unido hasta 1912.

Die Brücke realizó numerosas exposiciones en Alemania; Heckel hizo su primera individual en 1913 en la galería Fritz Gurlitt de Berlín.
Durante la guerra se presta voluntario en la Cruz Roja y en su unidad conoce al historiador Walter Kaesbach. Su obra de los años veinte refleja la influencia de la Nueva Objetividad que, en combinación con el expresionismo de sus primeros años, marcará su estilo hasta su muerte. En 1937 su trabajo fue censurado por los nazis como arte degenerado y le fueron confiscadas setecientas veintinueve obras. Su estudio de Berlín fue destruido en un bombardeo aéreo, desapareciendo con él muchas obras, sobre todo dibujos.

Murió el 27 de enero de 1970 en Radolfzell a la edad de 86, después de enseñar en la Academia de Bellas Artes de Karlsruhe después de la guerra.